Es increíble que el cementerio tenga un poco más de 100 años y agrupe tantos rasgos distintivos. No soy un gran conocedor de cementerios pero nunca he encontrado uno igual, quizás porque el cementerio ofrece un panorama para caminar en un día ventoso en Punta Arenas, como quien camina por un parque en esta región.
Algunos procesos son lentos, había pasado más de ocho años recopilando una que otra imagen, sin entender muy claramente el objetivo de esto y fue hasta que me reencontré con las tipografías, que descubrí un objeto interesante. Esta sensación aumentó cuando descubrí un documental, en donde en un par de minutos un reconocido tipógrafo llamado Hoefler recorría un cementerio mirando letras. Esto fue un punto de partida y me dio pie para entender que tal vez esta idea no era tan descabellada como imaginé. Pero a pesar de generar este proyecto aún seguía preguntándome ¿para qué? y ¿por qué?
Solo al final de este libro descubrí la razón de fondo, que más que hacer palpable un par de letras, es ayudar a confirmar que esto forma parte de un real patrimonio e identidad local, y que por lo mismo es importante protegerlo y rescatarlo, pero, ¿son solo letras? Letras que reflejan una historia, un momento y un lugar, que a raíz de nuestra reciente modernidad se encaminan hacia la desaparición y por consiguiente la perdida de un elemento vital del cementerio al que nadie prestó real atención.
Pero, ¿qué es la identidad de un cementerio? Muy personalmente, lo defino así:
“Son una serie de formas y elementos reiterativos que producen la sensación de conjunto, asociados a un espacio y un tiempo, que generan pertenencia”.
→ Los árboles, las placas, el color, la materialidad, la flora, el idioma, son elementos que se repiten o se reiteran en el cementerio.
→ Los árboles del cementerio nos dan un sentido de conjunto. Esta unidad ha sido protegida como un patrimonio a través de años y las tipografías son similares ofrecen percepciones de un conjunto parte de una historia o tradición.
→ Comprender el cementerio es entender que es un lugar de sesgos en la selección de formas, este conjunto de placas mantiene por lo general una proporción, una materialidad, un tamaño, un grosor y un acuerdo o lenguaje visual, entre
estas formas.
→ La pertenencia está asociada a la familiaridad personal de pasar una vida viendo estos elementos.
La fundación del cementerio trae consigo placas de increíble oficio, dignas de un maestro y de una calidad similar a una máquina para tallar actual, pero a diferencia de lo que uno se pueda imaginar... La modernidad nos acerca a una pérdida de identidad.
Según Robert Bringhurst, los diseños de letras, cuando honran y aclaran lo que ven y dicen los seres humanos, merecen a su vez que se los honre. Palabras bien elegidas merecen letras bien elegidas.
Este proyecto hace visible algo importante pero invisible del cementerio: sus tipografías y que estas formas estén acorde con el espacio para entregar el mensaje correcto a las personas que visiten este lugar y ayudando a mantener una historia y tradición.